Una vez más se vuelve a perseguir a quienes tratan de luchar contra el cambio climático, aportando soluciones y denunciando la inoperancia de unos líderes políticos incapaces de responder ante la mayor crisis ambiental a que se enfrenta la humanidad.

Y es que, ayer nos llegó la noticia de que el Ministerio de Justicia Danés ha decidido recurrir a una obsoleta figura legal, “el párrafo de la Reina”, que no se aplica desde hace más de 75 años. Todo para agravar los cargos, que la Fiscalía danesa presumiblemente hará públicos en las próximas dos semanas, en relación con  los activistas de Greenpeace que en diciembre de 2009 denunciaron el fracaso de la Cumbre del clima de Copenhague.

Sí, así fue, el 17 de diciembre de 2009 activistas de Greenpeace lograron entrar en el  palacio de Christiansborg, donde la reina Margarita de Dinamarca ofrecía una cena de gala a un centenar de líderes mundiales presentes en la cumbre del Clima, y  mostraron dos pancartas en las que se podía leer: "Los políticos hablan, los líderes actúan".

La protesta le valió a Juantxo López de Uralde, director de Greenpeace España en aquellos momentos, y a tres activistas más, 20 largos días de prisión. Pasaron las navidades de 2009 alejados de su familia por el mero hecho de reclamar pacíficamente, a los líderes mundiales, que estuvieran a la altura de las circunstancias. Líderes de cartón, simples políticos que hablan y hablan con palabras vacías.

En Greenpeace nunca eludimos las consecuencias de nuestras actos. Pero la aplicación de esta antigualla legal, para tratar de endurecer los cargos a los activistas, es totalmente desproporcionada.

Da la impresión de que el Gobierno danés quisiera proyectar sobre Greenpeace el fracaso de la Cumbre del clima de Copenhague. Se equivocan quienes piensen que con este tipo de medidas, absolutamente desproporcionadas, van a callar a los activistas de Greenpeace.

Conviene recordar que la actuación de la Policía danesa durante la cumbre climática fue criticada en todos los rincones del planeta. Fueron detenidas casi 2.000 personas, la mayoría de forma “preventiva” ante hipotéticos disturbios. En respuesta a una demanda presentada por 250 personas arrestadas durante la cumbre, un tribunal de Copenhague declaró en diciembre pasado "ilegales" las detenciones masivas de carácter preventivo y condenó al Estado danés a pagar indemnizaciones de hasta 1.200 euros por persona.

Juantxo, Nora, Joris y Christian  acabaron en la cárcel, y podrían volver a ella, por actuar pacíficamente en defensa de la Tierra y contra el cambio climático. Cometieron el delito de poner en evidencia la incapacidad y la hipocresía de unos políticos que hicieron fracasar la Cumbre del Clima de Copenhague.

Hoy os reitero mi agradecimiento por vuestra  valentía y determinación. Estoy seguro de que lo volveríais a hacer, por mucho que el Ministro de Justicia danés se haya pasado más de un año rebuscado, entre los antiguos legajos y complicados vericuetos del sistema judicial danés,  la vía para que la fiscalía pueda endurecer los cargos contra vosotros y no haya dudado en involucrar a la Monarquía para tratar de escarmentar a Greenpeace por haber dicho lo que era incómodo que se supiera.

Mario Rodríguez Vargas, director de Campañas de Greenpeace España

- Ciberactúa para que las autoridades danesas sepan que no estamos dispuestos a permitir que se criminalice y persiga a aquellos que luchan contra el cambio climático.