Ayer, 1 de agosto, se cumplió un año desde que entró en vigor el Tratado Internacional que prohíbe las bombas de racimo. En este primer aniversario, y para celebrarlo, las ONG que formamos la coalición contra las bombas de racimo hemos organizado eventos deportivos en 60 países de todo el mundo.

Las bombas de racimo son armas muy peligrosas, especialmente para los civiles en los conflictos armados. Consisten en una bomba “madre” que, al abrirse, libera gran cantidad de explosivos.  Matan a las personas durante los bombardeos, ya que con ellas no se puede distinguir entre blancos civiles y militares, y los siguen matando después: muchas de ellas no explotan, y quedan en los campos de cultivo, en los árboles, en los tejados, esperando a que alguien las toque sin querer para estallar. Como tienen colores brillantes y parecen latas de refresco o juguetes, muchas veces sus víctimas son niños.

Hace un año entró en vigor el Tratado que las prohíbe. Más de 100 países ya lo han firmado, y casi 60 lo han incorporado a su legislación. Este es un gran paso para poner fin a este tipo de armamento. Pero queremos que lo firmen todos, porque necesitamos avanzar hacia un mundo más seguro, donde los civiles no sean las principales víctimas de los conflictos.

En España, las ONG implicadas en la campaña (Fundació per la Pau, Greenpeace, Justicia i Pau, Moviment per la Pau, Plataforma por la Pau Lloret y SETEM) organizamos ayer un acto conmemorativo en las pistas de atletismo de Lloret de Mar. Representantes políticos, deportistas que dan su apoyo a la campaña y las propias ONG dirigieron unas palabras a los asistentes. Entre los deportistas figuraban Miguel Molina (piloto de DTM), Ángel Mullera (actual campeón de España de 3.000 metros obstáculos), y Meritxell Carreres (jugadora de la selección española de rugby). El jugador del F.C. Barcelona Marc Muniesa también expresó su apoyo a pesar de que no pudo estar presente en el acto. También participó el Secretario de Deportes de la Generalitat, Ivan Tibau, y el alcalde de Lloret, Romà Codina, junto a varios concejales.

A continuación, casi 300 niños de los esplais de Lloret dieron una vuelta a la pista de atletismo para conmemorar el primer año de vida del Tratado, tras lo cual lanzaron sus gorras al aire y formaron un gran símbolo de la paz. Tanto los dorsales como las gorras llevaron el lema de este primer aniversario: “Únete al equipo”.

Mabel González Bustelo, responsable de la campaña de desarme de Greenpeace

Si quieres más información, mira la web de la Coalición Internacional: www.stopclustermunitions.org
 
http://www.greenpeace.org/espana/es/reports/resumen-conclusiones-100-reno/