Hoy, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer. ¡Felicidades mujeres!
Es verdad que en la lucha por promover cambios, por avanzar, es tan sólo un día más. Sin embargo, este día, cada año, supone una buena forma de poner en valor las aportaciones de las mujeres y nuestras demandas.
Según la FAO, el impacto de la degradación del medio ambiente sobre la calidad de vida y la carga de trabajo es diferente para la mujer y el hombre.
Esto en datos, ¿cómo se traduce?
En los países del Sur, las mujeres cultivan el 80% de la tierra y sin embargo, sólo son propietarias del 1% de ella. En España, la mujer representa más de la tercera parte de las personas que trabajan en la agricultura y sin embargo el 71,19% de los titulares de la explotación agraria son hombres. A las mujeres se la ha considerado como pareja o ayuda a la familia, con la pérdida de derechos que eso supone y la invisibilización de su trabajo. Por ello, nació la Ley de Titularidad Compartida en 2011 que de momento ha sido muy ineficaz.
¿Y si hablamos de pobreza y hambre?
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) dice que el 70% de las personas pobres son mujeres, y con estas cifras tan alarmantes ha nacido el término de “feminización de la pobreza”. Cuando hablamos de pobreza hablamos principalmente de mujeres.
Pobreza y degradación ambiental van de la mano. El propio Panel Intergubernamental de Cambio Climático afirma que el cambio climático impactará de manera más diferenciada en las regiones del mundo, las generaciones, grupos económicos y los géneros. ¡Ya está impactando!
En África, las mujeres son las grandes gestoras de un recurso tan vital como el agua. El cambio climático, como sabes, genera sequías e inundaciones. Según datos de Unicef, el 71% de las mujeres y niñas realiza la recogida de agua en hogares sin agua corriente en 25 países del África subsahariana. ¿Sabías que una mujer puede andar más de 8 horas diarias recorriendo de 10 a 15 kilómetros para trasladar entre 20 y 15 litros de agua por viaje?
En cuanto a salud, hay problemas ambientales que también nos afectan más a las mujeres como es el caso de las sustancias químicas peligrosas, al tener un 20% mayor de tejido adiposo que es donde se acumulan las toxinas.
Y en este día, a parte de visibilizar los impactos de las mujeres en temas ambientales, también es momento de visibilizar su lucha. Aprovecho este día para hacer un sencillo homenaje a una de las fundadoras de Greenpeace que ha fallecido recientemente: Marie Bohlen, que junto a otros activistas creó una pequeña organización llamada "Don't make a wave Committee" (Comité "No provoquéis un maremoto"). Marie fue la que tuvo la idea de que un barco fuera a Amchitka para parar las pruebas nucleares. Así es como nació lo que hoy es Greenpeace.
¡Gracias Marie! ¡Gracias a tantas mujeres y hombres que hacéis que el mundo sea un poco mejor!
Mónica Parrilla [@Monicaparrill], Campaña de agricultura de Greenpeace
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