Aquel día, ella nos quería decir un poco adiós y por eso nos lo contaba a todos... "Vi por primera vez a Greenpeace detrás de un stand y no me atrevía a acercarme, me daba vergüenza, yo quería ser una de ellos...".

Y al final lo fue... durante muchos años. Lo era antes sin saberlo y lo fue ya para toda la vida.

También ese mismo día nos decía: "Oye, que dejo de trabajar en Greenpeace pero que no me bajo del barco, ¿eh?".

¿Cómo iba a hacerlo si ella sabía muy bien lo que es respetar la vida y respetar a las personas? ¿Cómo no iba a saber de respetar el planeta? Tan grande era su compromiso que comprendió los cambios que afectaron a su trabajo en Greenpeace.Sabía que de esa manera se podría llegar a más lugares... y eso era lo importante.

Greenpeace perdió ese día una trabajadora comprometida pero hoy todos hemos perdido a una gran persona, porque Mar ha muerto.

Ya no veremos sus sonrisas "a pesar de todo", ni sentiremos la calidez de estar a su lado, ni la paz de "aquí no me juzgarán" o la fuerza poderosa de la dignidad.

Pero nos acordamos de ella y de sus enseñanzas, y eso llena un hueco muy importante del alma. Es su estímulo, para que, de ese modo, todos/as nosotroa/as también podamos decir: “Oye, que no vamos a dejar este barco, ¿eh?”.


¡Gracias por ser tan grande!

Mar, te queremos.
Firmado: tus compañeros