Tras la ola incendiaria que ha asolado Galicia, Asturias, la provincia de León y nuestro país vecino Portugal, surgen de nuevo los mismos lugares comunes, tópicos, mensajes recurrentes que confunden y distorsionan un tema tan complejo como los incendios forestales y que nos alejan de los mensajes y debates importantes.
Si queremos avanzar, hay que centrar el debate.
Desde Greenpeace España queremos contribuir a aclarar la problemática de los incendios como ya han hecho el Colegio de Ingenieros de Montes, la Sociedad Galega de Historia Natural (SGHN) o ADEGA (Asociación a Defensa Ecolóxica de Galiza) iniciativas necesarias en un momento casi caótico en el que el propio alcalde de Cervantes, uno de los municipios afectados de Ourense rechaza al voluntariado porque su presencia ahora es contraproducente.
Vamos a analizar los tópicos sobre incendios más comunes:
1. “Esto es terrorismo ambiental”
Esta es de las más frecuentes. Es cierto que no nos podemos creer que no haya una conexión entre casi 100 focos en un mismo día, pero como el fiscal delegado de Medio Ambiente en Galicia, Álvaro García Ortiz, se descarta la teoría de que exista una trama organizada detrás de los incendios.
En agosto de 2006, después de la oleada incendiaria que calcinó 80.000 hectáreas en 12 días, desde Greenpeace afirmamos que la teoría que explicaba las oleadas incendiarias en Galicia a partir de tramas políticas, terrorismo forestal o incendiario, intereses políticos, etc. era un argumento recurrente y que nadie había podido probar tal cosa. No se ha demostrado, ni antes ni ahora, que estas olas incendiarias hayan tenido detrás una trama del fuego que podamos calificar como “terrorismo ambiental”.
2. “Quieren recalificar los terrenos quemados gracias a la reforma de la Ley de Montes”
En 2015, el Partido Popular reformó la Ley de Montes. Dicha reforma abrió en el artículo 50 una excepcionalidad a la prohibición de recalificación la superficie quemada en 30 años, una excepción no utilizada hasta la fecha y que requiere un procedimiento de declaración de utilidad pública del proyecto en cuestión que, además, debe contar con el visto bueno de las CC.AA. Es importante destacar que antes y después de esa reforma ha habido incendios, y el debate se sigue centrando en ella aunque no ha llegado a ser aplicada.
La reforma de la Ley de Montes no provoca más incendios ni garantiza que no vaya a haberlos en el futuro, ¿Para qué nos sirve este debate?
3. “Hay que aumentar las penas a los incendiarios”
¡Hay penas de hasta 20 años de prisión! El incendio forestal está castigado con penas de prisión de hasta 20 años además del pago de los daños y perjuicios causados.
Por tanto, el debate y demandas deben centrarse en dotar a las fiscalías de medios suficientes, con personal perito especializado, para realizar todas las investigaciones pertinentes y evitar que los casos acaben siendo sobreseídos por falta de pruebas y que los culpables, por tanto, queden en libertad.
4. “Galicia arde por las plantaciones de eucalipto”
Es cierto que el eucalipto es más inflamable, arde bien, pero no hay eucaliptos en muchos de los incendios que han ocurrido.
Desde Greenpeace pedimos que se ordene y planifique el monte sin tener plantaciones monoespecíficas que hacen el bosque más vulnerable, pero no, no podemos culpar a los eucaliptos de la oleada incendiaria.
5. “Los que queman el monte son pirómanos”
La piromanía es una patología, un trastorno de conducta. Tan sólo el 9,79% de los incendios tiene detrás una persona que sufre de esta patología.
6. “Es necesario repoblar de forma urgente las zonas incendiadas”
Tras el incendio nacen iniciativas, todas loables, pero desenfocadas en estos momentos. Si queremos ayudar a la recuperación de nuestros bosques, es prioritario proteger el suelo y reducir los procesos erosivos. Por tanto, las primeras actuaciones de emergencia se deben centrar en frenar los procesos erosivos actuales, controlar las posibles avenidas y posteriormente favorecer la regeneración natural de la cubierta vegetal.
Lo mejor es ponerte en contacto con asociaciones y grupos locales que canalizarán de forma efectiva tus ganas.
7. “Los incendios forestales son cosa de campo”
A lo largo de 2012, 30.000 personas fueron desalojadas de sus casas por peligro de incendio forestal.
En un país en el que los incendios son un problema ambiental de primera magnitud, se hace imprescindible que las viviendas, urbanizaciones, casas, campings, etc., establecidas en el monte (interfaz urbano-forestal) cumplan una serie de directrices para preparar la vivienda frente al riesgo de incendios forestales.
Es vital que las personas entiendan el medio en el que viven, sobretodo en la época estival en que aumentan el uso recreativo de los bosques con población que viene de las ciudades y por tanto más desligada de los peligros de sus actividades.
Entonces, ¿dónde centrar el debate?
La problemática de los incendios forestales es compleja, no hay mensajes y soluciones únicas, por ello es fundamental no dispersarnos y superar estos tópicos que no nos permiten avanzar en un problema ambiental y social de primera magnitud como son los incendios forestales.
Aquí puedes leer las demandas de Greenpeace para más información