Imagina que asistes a la pasada Cumbre del Clima en Copenague, y que mientras la sociedad civil presiona a los gobiernos para abandonar nuestras economías basadas en energías sucias, una transnacional petrolera como Shell o Exxon organiza para los asistentes un evento sobre los grandes esfuerzos que están realizando para garantizar un futuro sostenible. Seguramente lo encontrarías indignante, particularmente en caso de estar familiarizado, por ejemplo, con lo que Shell ha estado haciendo al Delta del Níger y a sus pueblos.

Según la Wikipedia, el Greenwashing es “un término que describe el uso engañoso de marketing verde para promover una percepción errónea de que las políticas o los productos de una compañía son adecuados desde el punto de vista medioambiental”.

Pues hemos tenido nuestra propia versión de greenwashing en ICCAT, la organización internacional que gestiona las pesquerías de atún del Atlántico y que se reúne esta semana en París. La noche del día 22 de noviembre, los mismos pescadores franceses que se cuentan entre los principales responsables por el desastroso estado de la población de atún rojo organizaban un crucero por el río Sena, invitando a los delegados asistentes a ICCAT a conocer París.

Estos son los pescadores que tan sólo hace un par de semanas aparecían en BBC World reconociendo que todo el mundo ha estado haciendo trampas en la pesquería de atún rojo. En 2007 pescaron el doble de su cuota y capturaron más de 5.000 toneladas ilegalmente. Son lo mismos que, junto con los Gobiernos francés y español, son los principales responsables de que la Unión Europea haya ignorado la posición de la Comisaria Europea de Pesca, que abogaba por una reducción sustancial de las capturas.

Este verano los barcos de cerco industrial franceses respondieron a una protesta de Greenpeace en alta mar rajando con cuchillos y abordando deliberadamente nuestras zodiacs. Un pescador francés disparó un gancho que atravesó la pierna de un activista de Greenpeace que tuvo que ser evacuado en helicóptero para recibir atención médica. El activista tuvo que ser operado y permanecer en el hospital durante una semana. Greenpeace denunció ante los tribunales franceses la conducta de este pescador.

Estos pescadores franceses ya habían sido amnistiados parcialmente por sus capturas ilegales al perdonárseles 1.000 toneladas de las capturadas ilegalmente (por muy increíble que parezca). Y una amnistía es suficiente: no íbamos a dejar que se presenten a los delegados de ICCAT como víctimas de medidas de control y gestión demasiado estrictas en lugar de como responsables, junto con otros países Mediterráneos, del agotamiento de una especie tan valiosa como el atún rojo.

Sebastián Losada, Oceans Policy Adviser. Greenpeace International

- Pide a la Ministra de Medio Ambiente y a la Secretaria General del Mar que declaren el Santuario Balear, ¡ciberactúa!

- Campaña de Océanos de Greenpeace