A las continuas puñaladas que el Gobierno y las empresas de la energía sucia le asestan a las renovables, éstas responden aportando cada vez más energía y empleo, como han confirmado dos informaciones recientes.

La energía eólica ha llegado a duplicar la máxima potencia disponible de que serían capaces todas las nucleares españolas. La semana pasada, la energía eólica rompió todos los registros en dos días consecutivos. El último fue el 9 de noviembre, cuando la eólica proporcionó casi 15.000 MW (14.962 MW exactamente) a las 14:46, un 13,5% más que el récord previo, alcanzado justo el día anterior. También se superaron los récords de máxima producción eólica en una hora y durante todo un día.

Esos máximos de producción eléctrica con el viento fueron a mediodía, coincidiendo con el momento en que más energía se necesita, o sea que esa energía vino fenomenal para satisfacer necesidades reales y desplazar a otras fuentes más contaminantes. Pero por ser el momento de máxima demanda no se llegó al récord de participación de la eólica en el total de la generación eléctrica (que está en más del 53%), quedándose esta vez en “solo” un 46,65% (los que hemos oído tantas veces la cantinela de que “eso es imposible”, no podemos dejar de escapar una sonrisa). Si a esto le sumamos otro 18,73% que venía de las demás renovables y de la cogeneración, vemos que la energía limpia estaba suministrando nada menos que un 65% de la generación de electricidad, mientras España estaba exportando un 4,67% y bombeando un 6% para almacenar esa energía para usarla en otro momento. Y con el carbón reducido a su mínima expresión (2%). Todos estos datos demostrados por la propia Red Eléctrica de España.

La otra buena noticia es la creación de empleo. ISTAS (instituto dependiente del sindicato CC.OO.) e IDAE (el organismo estatal dedicado a las renovables) han publicado un informe que muestra que las renovables emplean a 115.722 personas en España: 70.152 empleos directos más 45.570 indirectos. El 43,6% de los empleos directos son en la eólica.
El estudio pronostica que habrá 202.015 empleos para 2020 (128.373 directos, de los cuales 47.527 solo en solar fotovoltaica) simplemente con que se cumplan los (a nuestro juicio insuficientes) objetivos establecidos para estas energías en el Plan de Acción Nacional de Energías Renovables.

Sin embargo, estos datos pueden ser solo un mínimo, según varias asociaciones de empresas del sector. Una de ellas, Protermosolar, afirma que los datos del estudio referidos a la tecnología solar termoeléctrica (511) apenas reflejan las personas que trabajan en I+D, pero que actualmente hay 15.000 personas trabajando en las centrales termosolares españolas.

Parece evidente que podemos confiar en las renovables para crear la energía que necesitamos para acabar con la dependencia del exterior, para crear los empleos que necesitamos para salir de la crisis económica y para la reducción de emisiones que necesitamos para evitar un cambio climático catastrófico. Lo malo es que no podemos confiar en que este Gobierno se haya dado cuenta.

Jose Luis García Ortega, Responsable Proyectos Energía Limpia de Greenpeace España