Parece que las energías renovables no terminan de hundirse en el agujero negro diseñado para ellas por las empresas que conforman UNESA y el Gobierno. A pesar de reales decretos que han cortado su desarrollo y primas, y de la presión del oligopolio eléctrico, en lo que llevamos de año, la energía generada mediante renovables ha sido del 45,2%. Nunca se había producido en España tanta electricidad con energías renovables como en el mes de febrero que acaba de concluir, el 46,8% del total, según datos de Red Eléctrica de España.  

La energía del viento también sigue batiendo marcas. El pasado 16 de enero se produjo el récord de producción diaria de eólica, 345.011 MWh, mientras el 6 de febrero se superó el máximo de producción durante una hora, en la que llegaron a estar en operación más de 17.000 MW eólicos. Además, ya ha ocurrido varias veces que la eólica ha llegado a cubrir más del 60% de la demanda eléctrica instantánea. Y lo que es más importante, en lo que va de año esta tecnología ha aportado más del 26% de toda la electricidad, con lo que lleva cuatro meses seguidos siendo la primera fuente energética del país. Cifras de vértigo que demuestran el potencial de nuestras renovables.

Todo esto está suponiendo un verdadero quebradero de cabeza para los planes y el negocio del oligopolio eléctrico en nuestro país. En estos planes está acabar con la competencia de las energías renovables, que no son su “verdadero” negocio. Y así, desde hace más de un año, han logrado que el Gobierno, a golpe de decretos y decretos-ley,  apruebe normativas que frenan al crecimiento renovable y ahogan económicamente a quienes invirtieron en ellas.

Sin embargo, a las empresas de la gran patronal eléctrica UNESA, con su presidente a la cabeza, no les parece suficiente. Ahora quieren lograr que se les permita alargar la vida de sus centrales nucleares, aumentar las horas de uso de sus centrales térmicas de gas y expulsar del mercado eléctrico a las renovables. Así, en unas recientes declaraciones, Eduardo Montes, presidente de UNESA, manifestaba sin tapujos sus planes para las energías renovables. Según él: “es preciso abandonar, al menos por el momento, los negocios subvencionados y apostar por aquellas tecnologías que han demostrado que son eficientes”. Eso se llama ir directo al grano. ¡Para UNESA las renovables no son eficientes! Quemar gas, carbón y uranio, sí.

Sentimos contradecirles. Las renovables no serán eficientes para el bolsillo del oligopolio y para el interés particular de sus cinco empresas pero sí son eficientes y demandadas por el resto del país. En una reciente encuesta europea, el 81% de los españoles pedía que las  energías renovables sean su principal fuente de suministro energético. Y en esta misma línea, el pasado 16 de febrero los ministros de Finanzas del G20 reconocieron la necesidad de eliminar gradualmente los ineficientes subsidios, no a las renovables, sino a los combustibles fósiles.  Evidentemente, parece que las grandes compañías eléctricas españolas pretenden vivir al margen de esta realidad. Mientras sus beneficios sigan siendo escandalosos,  ¿para qué cambiar el modelo?

Julio Barea (@juliobarea) campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace