Según los datos que maneja la NASA este mes octubre ha marcado otro hito histórico del calentamiento global. No solamente ha sido el octubre más cálido desde que se tienen registros, sino que la temperatura alcanzada supone la mayor diferencia respecto a la media  del periodo entre 1951 y 1980, los 30 años que la NASA utiliza como base de referencia para analizar los cambios de temperatura. La diferencia alcanzada supera el grado centígrado, es decir el mismo incremento de temperatura global con el que se espera termine este año; situándolo así como el año más caluroso desde la era preindustrial.



Este dato es la tercera señal de alarma que tenemos en un mes de la rapidez e intensidad con la que se está desarrollando el calentamiento global. Las otros dos fueron la constatación de que en 2015 se superarán los dos umbrales de seguridad establecidos por los científicos (1ºC de aumento de temperatura y las 400 ppm de CO2 en la atmósfera), más allá de los cuales nos adentramos en un escenario incierto y de elevado riesgo de padecer catástrofes climáticas.

De hecho, se espera que el efecto metereológico de “El Niño” esté entre los tres más fuertes de los que se tiene constancia, como consecuencia de las altas temperaturas medidas en el Pacífico Tropical. Los daños puedes ser devastadores.

O somos capaces de frenar la rapidez e intensidad del calentamiento global o seremos testigos de una de las mayores transformaciones biofísicas de la Tierra en un mínimo período de tiempo: deshielo del Ártico y de los glaciares de Groenlandia, elevadas subidas del nivel del mar, profundas y largas sequías, incremento y tamaño de los incendios y aumento de la desertización; son solo algunas de las principales consecuencias esperadas.

Para ello es crucial que en la COP de París (Cumbre Climática), de dentro de dos semanas, los líderes mundiales alcancen un acuerdo ambicioso, comprometido y vinculante para lograr que el incremento de temperaturas no supere los 1,5 ºC; a partir del cuál no sólo no se darán algunos de los efectos mencionados, sino que se activarán procesos de retroalimentación positiva que harían que frenar el desarrollo del cambio climático no estuviera ya en las manos del ser humano.

Conseguirlo implica reducir drásticamente el consumo y dependencia de los combustibles fósiles. Un objetivo viable cuando existe voluntad política, como demuestra el cierre planificado de todas las centrales térmicas de Reino Unido para 2025, cómo hizo público ayer su Ministro de Energía y Cambio Climático. Una decisión de la que deberían tomar buena nota tanto el gobierno español como los candidatos a las próximas elecciones.
 
De este modo, Greenpeace exige a nuestros líderes políticos que estén a la altura de las circunstancias y que en la COP de París pongan el bienestar de las personas y el de las generaciones futuras por encima de los intereses de las grandes multinacionales, y en especial de las vinculadas a los combustibles fósiles, las grandes eléctricas y el lobby industrial. Que actúen del mismo modo ejemplarizante que lo hacen nuestros héroes por el clima.

Firma por el clima, pide un panorama 100% renovables, los héroes por el clima llevarán tu voz y tu firma hasta París a la COP21. Únete a la manifestación por el clima el próximo 29 de noviembre, comparte, difunde y ayúdanos. Solos no somos nadie pero juntos somos imparables.