Greenpeace es uno de los fundadores del sistema de certificación del FSC (Forest Stewardship Council), creado en 1994. No en vano, el FSC ha demostrado ser una buena herramienta para mejorar la gestión forestal de bosques y plantaciones, y por ello seguimos formando parte del mismo y promoviendo su crecimiento.



Pero también hemos constatado la deriva del sistema y la proliferación de malos ejemplos de operaciones forestales que no han cumplido los Principios y Criterios del FSC. Por ello creemos que la credibilidad del sistema está en riesgo, en especial por el avance de la certificación en lo que llamamos Paisajes Forestales Intactos (Intact Forest Landscapes, o IFLs), en zonas como Rusia, Canadá o la Cuenca del Congo. Un estudio reciente en el que ha colaborado Greenpeace muestra que en el periodo 2000-2013 cerca de 100 millones de hectáreas (3 veces el tamaño de Alemania) cubiertas por IFLs han sido afectadas por procesos de degradación, incluyendo la construcción de carreteras, la minería y la explotación forestal. En otra reciente publicación científica, diversos investigadores han alertado de la dramática pérdida de los últimos bosques intactos.

Los Paisajes Forestales Intactos están formados por vastas extensiones de tierras salvajes, donde se alternan masas forestales, montañas, zonas rocosas, lagos, pantanos, etc. Son las últimas regiones forestales vírgenes, donde no existe actividad industrial, solo presencia humana con un impacto bajo sobre los ecosistemas. Desde Greenpeace pensamos que el FSC no está haciendo lo suficiente para proteger estos paisajes forestales intactos, y el incumplimiento de algunos principios está haciendo que la certificacion sirva para justificar su destrucción.

La Asamblea General del FSC en Sevilla (8-12 de septiembre), que coincide con su 20 aniversario, es uno de los momentos clave para mejorar este sistema de certificación. Greenpeace ha presentado una moción para la protección de los IFL en esta Asamblea, y estamos trabajando para convencer a las tres cámaras del FSC (económica, social y ambiental) de la necesidad de su aprobación.

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