Por cuarto año consecutivo vemos como España se sitúa a la cabeza del pelotón en la Unión Europea en cuanto a la superficie destinada a la agricultura ecológica, alcanzando ya la cifra de 1.845.039 hectáreas lo que representa un crecimiento en 2011 del 11,76%. ¡Qué gran noticia!

Éstas y muchas otras cifras que demuestran la consolidación de un sector en el que España puede marcar la diferencia de una forma decisiva. Demostrando que una agricultura verdaderamente sostenible, respetuosa con el medio ambiente y la salud de las personas y, casi lo más importante en los tiempos que corren, generadora de empleos es posible. Los resultados han sido comunicados ayer por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

Los agricultores españoles, a pesar del mayor esfuerzo e inversión que supone este tipo agricultura, están demostrando que este es el camino a seguir y dan respuesta a una, cada vez mayor, demanda de los consumidores que saben lo que quieren y lo que es mejor para ellos (alimento sanos y con un menor impacto ambiental).

Sin embargo, la competencia sigue siendo desleal y las baldas de supermercados y tiendas siguen llenas de productos baratos con los cuáles es difícil competir, sobre todo cuando más y más familias ven reducidos sus ingresos. Por este motivo, la agricultura ecológica debe recibir un verdadero apoyo a través de medidas legales que incentiven este tipo de producción y que graven los productos provenientes de la agricultura industrializada donde se internalizan los beneficios pero se siguen externalizando los costes ambientales y sanitarios (al final, no lo pagamos en el supermercado pero pagamos en salud, directa e indirectamente).

Por otro lado la agricultura ecológica es incompatible con un modelo de agricultura industrializada que apuesta por el cultivo de plantas transgénicas. A pesar de que el Gobierno niega reiteradamente que se hayan producido “incidentes” en los años en que se lleva cultivando maíz transgénico en España, Greenpeace ha demostrado que esto es falso, que la contaminación genética es inevitable y afecta en particular a quien ha apostado por una agricultura y producción respectuosa con el medio ambiente.

La ciudadanía española y europea demanda cada vez más productos ecológicos y rechaza los transgénicos, sin embargo el Gobierno sigue no queriendo escuchar esta demanda Popular (...curiosa contradicción).

Para que lo escuchen de una vez tu contribución es fundamental: apuesta aún más por los productos ecológicos, aunque ahora te salgan un poco más caros, y rechaza rotundamente los transgénicos, porque la agricultura ecológica es la solución para el hoy y el mañana.

Luís Ferreirim (@LFerreirim), responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace España
Imagen: © Greenpeace / Emma Stoner