De noche, mientras dormían y sin ninguna orden de arresto (decían que no la necesitaban) cinco activistas y dos voluntarias de Greenpeace fueron detenidos por la policía. Ocurría el pasado jueves en Mahan (Madhya Pradesh, India), donde se encuentra uno de los bosques más longevos de Asia y del que dependen cerca de 15.000 personas.

Un millón de personas apoyan esta causa en India contra el proyecto de la nueva nueva mina de carbón

Actualmente, su forma de vida y cultura están amenazadas por empresas mineras que quieren convertir bosques de alto valor en minas de carbón. Y ¿para qué? ¿para llevarles energía? Hay recientes casos en India que muestran que existen otros modelos. Por ejemplo, los 2.400 habitantes del poblado de Dharnai, en Bihar, pueden contar por qué este carbón no es necesario, después de estar más de 30 años sin energía ahora cuentan con iluminación gracias a el proyecto de micro-redes de energía solar realizado por Greenpeace.

La destrucción de los bosques y la quema de carbón agravan el cambio climático. Son un problema, no una solución. Y es por esto que Greenpeace estaba en Mahan para hacer lo que mejor sabemos: mostrar los atropellos ambientales y dar voz a las personas afectadas. Nuestros compañeros se desplazaron para montar un equipo de refuerzo de la red móvil con paneles solares para compartir la información de lo que estaba pasando. Tenían la fuerza de un millón de personas que apoyan esta causa y rechazan el proyecto de la nueva mina de carbón. Son muchas personas unidas para salvar los bosques de Mahan.

La policía incautó el amplificador de señal, los paneles solares y las baterías, y los acusó de molestar a la propia policía y de incitar a la población local. Se llevaron cámaras y todo el material que pudiera dar testimonio. Hay una clara presión por parte de la compañía para silenciar el movimiento de salvar Mahan, e intentos de intimidar a las personas que se han involucrado en la defensa del bosque.

Nuestros compañeros Akshay y Rahul ya están en libertad tras varios días detenidos. Esto no va a minar la moral del activismo en India ni en ningún otro lugar donde entendemos que protestar por defender el medioambiente es un derecho y una obligación. En India hay una ley que protege el derecho de las comunidades a opinar sobre sus bosques y que no se ha respetado. Greenpeace ha querido ser un altavoz para ese derecho.

Es urgente que se paren las amenazas y la represión contra este movimiento masivo que únicamente quiere que sus bosques, su hogar, no se conviertan en una gran mina de carbón. 

¿Qué puedes hacer tú?

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