Hoy despedimos al Rainbow Warrior II, a la espera de recibir al nuevo Rainbow Warrior –el heredero de esta estirpe de “guerreros” dedicados a la defensa del medio ambiente.

Nuestro viejo compañero de fatigas, el Rainbow Warrior II, se quedará en las costas de Bangladesh como barco hospital para apoyar el trabajo de Friendship, una ONG especializada en asistencia médica a las comunidades empobrecidas de este país. Su nuevo nombre es Rongdhonu, “arco iris” en bangladesí. ¿Qué mejor final para un Guerrero del Arco Iris?

Uno de los pocos lugares que va a visitar el nuevo Rainbow Warrior en su primera travesía será Barcelona. !Y estamos exultantes! Si no hay cambios de última hora, está previsto que el nuevo buque de Greenpeace esté en el puerto barcelonés entre los días 19 y 23 de diciembre.

El Rainbow Warrior representa lo que somos y es en todo el mundo un icono de la defensa del medio ambiente. No es el único barco de nuestra organización, pero sí es el que ha captado mejor la imaginación de gentes de todo el mundo.

Desde que comenzó a navegar el primer Rainbow Warrior, en 1978, el barco se constituyó en un testigo incómodo que se oponía a las agresiones contra el medio ambiente. La nave ha sido el icono de la acción directa no violenta en todo el mundo. Se ha interpuesto entre ballenas y arpones, entre el océano y barriles de residuos nucleares, entre islas y pruebas nucleares, entre el mar abierto y barcos militares que iban a la guerra, entre muelles y cargamentos de madera procedente de la tala ilegal...

El nuevo Rainbow Warrior llega veintiséis años después de que dos bombas colocadas por agentes del servicio secreto francés hundieran el primer Rainbow Warrior en la bahía de Auckland, Nueva Zelanda, y provocaran la muerte del fotógrafo Fernando Pereira.

Tanto el primer Rainbow Warrior como el segundo fueron en sus inicios embarcaciones de pesca con red de arrastre. La nueva nave será la primera que se construye desde el principio para la flotilla de Greenpeace. Diseñado como un barco de navegación, sus impresionantes mástiles de marco en “A” se alzarán 54 metros por encima del agua, ayudando a Greenpeace a reducir su huella de carbón y a servir como ejemplo a otros.

Esta nueva “edición” del legendario Rainbow Warrior será, de hecho, la primera de la historia específicamente construida con tecnología avanzada y sostenible.

Fueron los indios Cree quienes contaron a Bob Hunter, uno de los fundadores de Greenpeace, una profecía que decía “llegará un tiempo en que los pájaros caerán del cielo, los animales de los bosques morirán, el mar se ennegrecerá y los ríos correrán envenenados. En ese tiempo, hombres de todas las razas y pueblos se unirán como guerreros del arco iris para luchar contra la destrucción de la tierra”. El Rainbow Warrior III desempeñará un papel vital precisamente para evitar el cambio climático, la explotación petrolífera del Artico y “que los pájaros caigan del cielo”.

La construcción del nuevo Rainbow Warrior ha sido posible gracias a las generosas aportaciones de muchas personas en todo el mundo. Desde aquí, a todas ellas, muchas, muchas gracias.


Miren Gutiérrez, directora ejecutiva de Greenpeace España