Hoy están reunidos los miembros del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para decidir si obedecen las pretensiones del Ministerio de Industria, que quiere que se permita a la vieja nuclear de Garoña presentar la solicitud de la renovación de su permiso de explotación en las dos próximas semanas.

Greenpeace y diversas organizaciones estamos pidiéndole al CSN que no lo permita, porque es inaceptable que un ministro trabaje a favor de los intereses privados de una compañía nuclear, porque está obligando al CSN a decidir a contra-reloj si es viable, seguro y legal ignorar los procedimientos jurídicos y técnicos, porque el CSN ha denegado por dos veces esta petición y el ministro está sometiendo a una presión inasumible a un organismo presuntamente independiente, porque está forzando al CSN a decidir si vulnera las Pruebas de Resistencia Nucleares, porque aumentará, más si cabe, la inseguridad jurídica relativa a la responsabilidad en materia de seguridad nuclear en la que se encuentra ahora Garoña y , por muchísimas razones más.

La solicitud de una compañía nuclear privada que quiere un permiso para no funcionar, a la que se le pasó el plazo nueve meses para hacer la petición, y para ello ha conseguido el máximo apoyo del Gobierno, que incluso está hostigando al organismo de seguridad nuclear, es la prueba evidente de que para lo último que sirve Garoña es para producir electricidad.

Porque Garoña es un precio que no debemos y no queremos pagar al oligopolio de la electricidad. 

Raquel Montón (@raquelmonton) responsable de Energía y cambio climático de Greenpeace

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@CSN_es No concedas la prórroga a Garoña  #StopGaroña #NuclearesNo