Si el secretismo y la mentira son inherentes a la industria nuclear, la pasividad ante las infracciones legales es consustancial a los políticos corruptos.

No hay peor ciego que el que no quiere ver, dice el refrán, pero cuando se trata de no querer ver el funcionamiento peligroso de una central nuclear, esa ceguera ya no es sólo de naturaleza corrupta sino también presuntamente delictiva.

Un nuevo informe sobre la contaminación térmica del Ebro en el entorno de la central nuclear de Garoña (el tercero en lo que va de año, encargado por Greenpeace a entidades homologadas por el Ministerio de Medio Ambiente para la recogida y análisis de muestras termométricas) demuestra que Nuclenor, compañía explotadora de esta instalación atómica, está incumpliendo el permiso de vertido de aguas de refrigeración otorgado a Garoña por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

Esta autorización de vertido de aguas de refrigeración permite a la central nuclear de Garoña provocar un aumento máximo de 3ºC de las aguas del Ebro respecto a la temperatura aguas arriba de la central, pero las mediciones realizadas el pasado mes de agosto demuestran un incremento de hasta 10ºC, muy por encima de lo legalmente establecido.

La causa de esta contaminación térmica reside en los problemas de refrigeración del reactor de esta instalación atómica, en cuyo proceso se provoca ese enorme sobrecalentamiento de las aguas del río Ebro. Este informe y otro anterior de febrero de 2011 permiten concluir que cuando la central nuclear de Garoña está en pleno funcionamiento ésta produce una notable contaminación térmica en el río Ebro que se transmite incluso kilómetros aguas arriba de la propia central y que ocasiona un impacto ambiental negativo en esa masa de agua.

Si así de mal funciona la refrigeración del reactor de Garoña en funcionamiento ordinario, no resulta difícil imaginar que pasaría ante una situación extraordinaria, con pérdida de suministro eléctrico como la que sufrió la unidad 1 de Fukushima, que es un reactor gemelo a Garoña, y que derivó en una fusión total del núcleo y en el desastre nuclear que todos conocemos.

Como era de esperar, en ausencia de actividad de la central nuclear de Garoña, las condiciones térmicas del río Ebro son las normales y esperables para esa masa de agua. Esto lo confirmó otro estudio de iguales características realizado por estas mismas entidades a finales del mes de mayo con el propósito de contrastar los resultados del mes de febrero, aprovechando el prolongado periodo de inactividad de la central de Garoña por estar en la parada para la recarga de su combustible nuclear (que tuvo lugar del 1 al 28 de mayo). Ese estudio demostró que en ausencia de actividad de la central nuclear no se produce contaminación térmica de las aguas del embalse del Sobrón en el río Ebro ni hay reflujo de esta contaminación aguas arriba de la propia central nuclear y que la distribución de la temperatura en las aguas del embalse del Sobrón es homogénea.

Desde el pasado mes de abril, Greenpeace ha estado solicitando, mediante la presentación de los pertinentes escritos legales, al Presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Rafael Romeo, y a su superior jerárquico, la Ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, que revoquen de forma inmediata la autorización de vertido del agua de refrigeración de la central nuclear de Garoña al río Ebro, una vez constatada (y ahora ya de forma reiterada) la vulneración por parte de esta central de las condiciones de dicha licencia.

¿Continuará ahora el Sr. Romeo con su inacción deliberada y consciente al respecto? Greenpeace le recuerda que también existen los tribunales para este tipo de ciegos que no quieren ver.

Carlos Bravo (@CapitanFoton), responsable de la campaña Anti-Nuclear de Greenpeace

- Vídeo del trabajo de campo realizado en Garoña
- Comunicado de prensa 13/09/2011: Greenpeace inicia acciones legales contra la Confederación Hidrográfica del Ebro

Informes de resultados y conclusiones del estudio:
- Resultados de febrero
- Resultados de mayo
- Resultados de agosto

Documentos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y del Ministerio de Medio Ambiente:
- Concesión de aguas y autorización de vertido para Garoña
- Información ambiental del río Ebro a su paso por Garoña
- Memoria de la Secretaría de Estado de Cambio Climático sobre Garoña

Documentos de Nuclenor, propietaria de la central:
Medidas de temperatura declaradas por Nuclenor a la CHE en 2009 y 2010