Cucharas, tenedores, cuchillos, vasos o platos de plásticos de un solo uso tienen los días contados en Francia. Lo mismo sucede con los bastoncillos de plástico para los oídos, las bolsas o las microesferas en los cosméticos. Reino Unido también parece que se quiere sumar a la guerra contra las microesferas y ha declarado su intención de prohibirlas. Nuestro vecino del sur, Marruecos se ha sumado y ha prohibido las bolsas de plástico desde el pasado mes de julio.


 
Vídeo cuchara - Tú lo usas 12 minutos pero dura 50 años


Todas estas medidas suponen un primer paso para luchar contra el peligro que la contaminación por plásticos representa para nuestro planeta. El plástico no solo tiene efectos visuales negativos sino que supone una amenaza para la salud humana y la biodiversidad de la Tierra. Buena parte de este residuo plástico termina en nuestros océanos causando graves impactos en la vida marina: enredos, asfixia, estrangulación o desnutrición (tras ser ingeridos y bloquear el estómago o intestino del animal).



Los oćeanos se están convirtiendo en el vertedero del plástico que inunda la sociedad actual. 8 millones de toneladas que acaban cada año en nuestros océanos, y ya sea en forma de microesferas o de envases de plástico, la ciencia nos demuestra que terminan incorporándose a la cadena trófica.

Y España, 5º país europeo en demanda de plásticos, ¿que está haciendo para luchar contra este problema? Nuestros políticos, siguen discutiendo a ver quién gobierna el país. El Gobierno en funciones, intentando defenderse de los casos de corrupción que le salpican. Y las empresas, que ponen a diario en el mercado millones de envases plásticos, siguen bloqueando las soluciones al problema (véase el clamoroso boicot a la implantación de un sistema de devolución y retorno de envases en nuestro país). Y mientras tanto, siguen por ejemplo sin establecer las medidas necesarias para implantar la Directiva Europea sobre las bolsas de plástico de un solo uso para noviembre de 2016, que la mayoría de países ya han puesto en marcha.

Está claro que el actual sistema de gestión de nuestros residuos ha tocado techo y no es capaz de recuperar el plástico (y otros) que genera. Los gobiernos y la industria han fracasado en hacer frente al cambio necesario para resolver el problema. Y deben ser ellos los que tienen que hacer frente a su responsabilidad e impulsar el uso responsable de los plásticos. Sin un cambio de leyes encaminada a lograr una economía circular, impulsada por los gobiernos, las empresas seguirán utilizando plástico de forma indiscriminada y la contaminación se intensificará en el planeta.  

¿Qué puedes hacer tú?
- Firma para pedir unos océanos libres de plásticos