Monstruo de Cemento en la Costa lugar. Tacoronte, Islas Canarias | Autor: Valentina Delzotto
Monstruo de Cemento en la Costa lugar. Tacoronte, Islas Canarias | Autor: Valentina Delzotto

Al ver esta imagen, hasta la mente más incrédula sobre las consecuencias del cambio climático podría pensar: ¿qué pasará con estos edificios en Tacoronte (Tenerife) si el nivel del mar sube? Para finales de siglo se espera que el calentamiento global ocasione una subida media del nivel del mar de entre 50 y 100 centímetros por el deshielo de los casquetes polares. Una subida en vertical de 1 metro del nivel del mar supondría en este caso la desaparición de aproximadamente 150 metros de playa.

Pero independientemente de la posibilidad de que la subida del nivel mar y de la seguridad para los que moran en estas viviendas, con esta foto hoy queremos reflexionar sobre la importancia de la Ley de Costas, ya que el Gobierno de Canarias está tramitando en la actualidad una propuesta de ley que desde Greenpeace creemos del todo inconstitucional.

Los acantilados como el que se asientan los edificios de Tacoronte pertenecen al dominio público marítimo-terrestre y la Ley de Costas los incluye dentro de la franja que nos pertenece a todos los ciudadanos, es decir terreno público no urbanizable. Y la delimitación (o deslinde) de ese dominio público está definida como el espacio donde llega la influencia del mar, es decir donde por ejemplo en el caso de una fuerte tormenta podrían llegar las olas. En la foto se observa claramente que esta edificación está incumpliendo la Ley de Costas.

En vez de aprender de errores pasados, como los que llevaron a construir estos horrendos edificios, desde el Parlamento canario se pretenden modificar las leyes de ordenación del litoral para incluir en el censo y consolidar edificaciones, siempre que éstas reúnan valores “etnográficos, arquitectónicos o pintorescos y considerando para ello su antigüedad, integración en el litoral y finalidad social”. Estos conceptos son absolutamente indeterminados y arbitrarios, es decir, en el caso de estos edificios de Mesa de Mar alguien podría pensar que su color azul está integrado en el litoral o como fueron construidos hace tres décadas son antiguos. Por simplista que parezca esta reflexión, peores ejemplos se han visto en nuestras costas.

Pilar Marcos, responsable de la campaña de Costas