Esta foto ilustra el drama de los incendios forestales. Precisamente en Galicia, donde se producen la mitad de los fuegos que se producen en nuestro país.

Los incendios forestales se han convertido en una de las mayores amenazas ecológicas que sufren los montes españoles debido a la elevada frecuencia e intensidad que han adquirido en las últimas décadas. El problema no es sólo nuestro. En el momento en que se escriben estas líneas, California se enfrenta de nuevo a una oleada de incendios que ha calcinado más de 150.000 hectáreas hasta la fecha y donde los servicios de extinción no dan a basto con los más de 1400 focos activos.  En la sabana africana, la taiga siberiana, la selva amazónica o los bosques de Sureste Asiático el fuego hará también estragos durante los próximos meses.

El fuego es un elemento natural que forma parte de los fenómenos que modelan el paisaje. Especialmente en los ambientes mediterráneos debemos admitir que el fuego es un incómodo compañero de viaje con el que hay que convivir. Precisamente, gran parte de nuestra vegetación mediterránea está adaptada a la acción del fuego, con estrategias rebrotadoras o de germinación tras el incendio.

Pero algo estamos haciendo muy mal. Incluso las zonas donde el fuego no debería ser un elemento tan importante en los ecosistemas, los incendios se han convertido en un problema de gran magnitud. Y la actividad humana es la responsable.

La campaña de incendios forestales en España comenzó el pasado 15 de junio y terminará el próximo 30 de octubre. Época en la que, debido a las condiciones climáticas, se dispara el riesgo de incendio. Crucemos los dedos.

De momento los datos no son buenos:  el calor inusual de los primeros meses del año ya nos han traído números alarmantes. Según las cifras del Ministerio, desde enero a mayo de 2008 ha habido 6.132
siniestros, 3.055 más en el mismo periodo  de 2007 ( el 50% más). Con una superficie quemada de 23.097,47 hectáreas, 14.527,65 ha más que en el 2007, es decir un aumento de casi el 63% en el mismo periodo.

Es tarea de todos evitar que el fuego vuelva a campar a sus anchas en los montes españoles. Hay que evitar como sea que se repitan desastres como el incendio de Guadalajara o la oleada de incendios de Galicia de hace pocos años. Los incendios nos afectan a todos y todos podemos hacer algo para evitarlos. El principio de precaución es básico: no hagas nada que pueda originar un incendio.

Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace

Campaña de Bosques