Han pasado cuatro años desde que una sentencia del Tribunal Supremo obligara a la empresa Fertiberia a dejar de verter sus residuos denominados “fosfoyesos” directamente sobre las marismas del río Tinto en Huelva. La empresa pretendía continuar, al menos, hasta el año 2018 su actividad. Y todo ello, a pesar de tener desde 1998 la orden de caducidad de la concesión para arrojar residuos a las marismas. Caducidad que nadie excepto ecologistas y colectivos onubenses como la Mesa de la Ría se han preocupado de exigir reiteradamente.
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La sentencia del tribunal Supremo es un hito relevante en la historia reciente de Huelva, ciudad castigada por la contaminación y con las tasas de mortalidad por cáncer más elevadas de España. Esta sentencia se produce tras lustros de lucha y denuncias de colectivos ecologistas y ciudadanos en lo que es “el mayor caso de contaminación industrial de Europa”.
A pesar del tiempo transcurrido, la gravedad de la situación y de los organismos que se han pronunciado a favor de resolver lo antes posible el problema (Defensor del Pueblo, Comisión Europea, Comité de Peticiones del Parlamento europeo), ni el ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ni la Junta de Andalucía han actuado para salvaguardar el interés general, la salud pública y la conservación del medio ambiente. Todo lo contrario, han permitido a Fertiberia seguir incumpliendo leyes, sentencias y dictámenes europeos.
A fecha de hoy, pasados cuatro años, no se han iniciado aún las labores de recuperación y descontaminación de la marisma, como pedía la sentencia. Ni siquiera existe un plan claro y definido de que solución se va a dar a las más de 150.000 personas que viven a escasos metros del vertedero de residuos industriales (tóxicos y radiactivos, según especifica textualmente el informe del Parlamento europeo de 2010) más grande de Europa y tal vez del mundo.
Este retraso ha sido merecedor para la Junta de una multa a la empresa de 240.000 euros. Cantidad irrisoria si la comparamos con la subvención de 930.000 euros dada a Fertiberia por esta misma Administración en 2011 y a escasos 28 días después de tener que paralizar los vertidos de fosfoyesos por sentencia judicial. O de los ocho millones de euros concedidos por el vicepresidente de la Junta de Andalucía para el ERE de Fertiberia en 2012.
1, 2 ,3 ¿Quién paga la contaminación en el caso de los vertidos de Fertiberia en Huelva? ¡Responda otra vez! Continuará...
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