Hace menos de una semana que Rusia enviaba la primera partida de crudo extraído del Ártico desde la plataforma Prirazlómnaya operada por Gazprom. Y es que, por primera vez, el Ártico se ha convertido en un terreno accesible a empresas petroleras ansiosas de extraer los recursos que encierra. La dependencia del petróleo ha provocado una crisis climática sin precedentes en la historia universal y las consecuencias de esta crisis, como el deshielo del hielo ártico, están favoreciendo que la ambición extrema de estas empresas no se queden sin recompensa.
San Sebastián afectado por el cambio climático. Greenpeace/ Pedro Armestre/ Mario Gómez
También hace apenas unas semanas el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) presentó sus nuevas conclusiones científicas respecto a los impactos del cambio climático en su Quinto Informe de Evaluación. Con más información recopilada y con series de datos más amplias, el IPCC concluye que el deshielo ártico avanza más rápido de lo que pronosticó en su informe anterior, el de 2007.
Malas noticias para el Ártico, pero también para todo el planeta. El hielo ártico protege el planeta reflejando los rayos del sol, influye en el flujo oceánico que regula el clima global, mantiene “confinadas” altas dosis de gases de efecto invernadero que, de liberarse, acelerarán el cambio climático, el derretimiento del hielo que cubre Groenlandia provocaría una subida del nivel del mar de siete metros... Lo que pasa en el Ártico, NO se quedará en el Ártico.
Benidorm afectado por el cambio climático. Greenpeace/ Pedro Armestre/ Mario Gómez
Por eso, el IPCC va más allá y pronostica para España, a final de siglo, un aumento generalizado de las temperaturas, una reducción de las precipitaciones y un incremento en la intensidad y frecuencia de las olas de calor, lo que podrá derivar en un incremento de la desertificación en el futuro. Estos pronósticos científicos perfilan para España nuevos escenarios de riesgo a los que habrá que hacer frente, como grandes temporales o la aparición de vectores de enfermedades infecciosas. Por otro lado, el aumento de las temperaturas, la subida del nivel del mar, los temporales o la escasez de agua repercutirán en sectores relevantes o emblemáticos de la economía española, como el turismo o la industria del vino.
¿Llegaremos a ver Benidorm sacudida por un gran temporal? El sur de Europa será especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático y del deshielo Ártico. ¿Y los puertos deportivos construidos en terrenos ganados al mar como los de Marbella? ¿La prevista subida del nivel del mar nos hará testigos de su desaparición?
¿Que pasará con los viñedos y vinos españoles? El aumento de temperaturas y el déficit de agua que pronostican los científicos modificará la distribución geográfica de las variedades de uva. ¿Hasta dónde alejará los viñedos de sus regiones tradicionales?
Viñedos del Penedés afectados por el cambio climático. Greenpeace/ Pedro Armestre/ Mario Gómez
En las playas del norte peninsular serán especialmente graves los efectos de la subida del mar y el aumento de la fuerza de las olas. ¿Veremos un día una fotografía de la playa de La Concha anegada y el agua del mar entrando al casco antiguo de Donosti?
Marbella afectada por el cambio climático. Greenpeace/ Pedro Armestre/ Mario Gómez
Greenpeace ha recreado fotográficamente estas escenas. Visualizan los peores pronósticos de la comunidad científica para España y, de momento, son solamente ficción. Creemos que son fotografías que no deberían llegar a poder hacerse y por eso pedimos acción política. Los peores efectos del deshielo del Ártico y del cambio climático aún pueden evitarse.
Sara del Río (@saradrio) responsable de campañas de Greenpeace
¿Qué puedes hacer tú?
- Informe España: Hacia un clima extremo
- Aún queda mucho hasta que veamos un reconocimiento mundial para la protección del Ártico. ¡Firma para reclamarlo! Cuantos más seamos, antes lo conseguiremos.
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