Solo hay un color en las imágenes que Greenpeace encargó al fotógrafo Roenggrit Kongmuang para la documentación de la limpieza de la playa de Ao Phrao en Koh Samed, en la provincia tailandesa de Rayong: el negro.



Después de que el pasado sábado se produjera un derrame de petróleo en el golfo de Tailandia, los voluntarios locales y el personal de la empresa responsable, PTT, han llegado a una de las playas más atractivas para el turismo internacional para iniciar la limpieza.

Ya se han vertido más de 50.000 litros de crudo al mar, a 20 kilómetros al sureste de la zona industrial de Map Ta Phut, procedentes de un oleoducto operado por la multinacional química, con participación estatal, PTTGC.

Como consecuencia del incidente, desde Greenpeace hemos hecho un nuevo llamamiento al gobierno de Tailandia para que revise su política energética y prohíba la exploración y explotación petrolera en el golfo de Tailandia.

PTTGC debe pagar los costes de la limpieza y asumir el impacto ambiental causado. Pero los responsables eluden sus responsabilidades, como bien sabemos en España a causa del vertido del Prestige , cuyas imágenes nos vienen a la cabeza al ver ahora las playas de Tailandia. Pero lejos de aprender, estos responsables promueven que se perfore al lado de las costas, como es el caso de Canarias, ignorando el riesgo ambiental al que se somete a la sociedad para salvaguardar otros intereses, en este caso de Repsol.

Desastres como este seguirán ocurriendo en los mares de todo el mundo mientras no cambiemos el modelo energético a nivel mundial. Debemos poner fin a las energías sucias y peligrosas y frenar la imposición de los intereses de las empresas petroleras, apostando y apoyando energías limpias y tomando decisiones políticas vinculantes para evitar el cambio climático catastrófico. Greenpeace seguirá trabajando por ello, en Tailandia,  en España y hasta en el Ártico, donde las grandes petroleras quieren profanar sus aguas.

¿Quieres saber más? Nuestros compañeros de Tailandia nos lo cuentan .

Equipo de Energía y Cambio climático de Greenpeace España