ON: Nuestra vida cotidiana está cargada de pequeños gestos de los que no somos conscientes de la grandeza que llevan escondida tras de sí, plantar un semilla de una variedad local, coser un roto en un pantalón, retornar una botella a la tienda donde la compramos... y en este caso cambiar una bombilla, son actos simples que acarrean un poquito de revolución invisible, de cambio de paradigma, hacia otro mundo posible en el que REDUCIR nuestro consumo sea lo habitual.

La ciudadanía quiere y puede hacer las cosas de otra manera... ¿por qué no habrían de hacerlo también los gobiernos? No llegar a los 2ºC de aumento de temperatura global no debería quedarse en el sueño de unos pocos, sino en un objetivo firme con un acuerdo internacional que lo respalde y que le dote de herramientas para llevarlo a cabo. Las consecuencias ya no están siendo ninguna broma y los gobiernos siguen dando largas y no asumen sus compromisos de REDUCCIÓN de emisiones.

Nosotras vamos a ¡cambiar nuestra bombilla! Comenzamos familiarizándonos con el tema:

1º/Mediremos para que visualices la potencia de cada tipo de bombilla que multiplicado por el tiempo que la estés utilizando nos dará la energía que consumes, en definitiva los kw/hora que las centrales ¡esperemos que de energía renovable! tengan que producir, y a tantos kw/h tantas emisiones a la atmósfera.

2º/Tengamos siempre en cuenta que para ser eficientes hay que hacer lo mismo gastando menos. Así es que nuestro mágico maletín va a medir por parejas estas bombillas (con la misma intensidad de luz) y luego ¡tú eliges!

Bombilla incandescente
Clase E                                                                        
Eficiencia energética
Potencia (vatios)                                 110
Vida útil (horas)                                  1.000
Coste (€)                                                 0,5-0,8

Bombilla bajo consumo
Clase A (+ eficiente)
Potencia (vatios)                                 21 (80% de ahorro)
Vida útil (horas)                                   6.000-15.000
Coste (€)                                                  9-11

Pros y contras de ambas, pero con un pequeño cálculo el enigma está resuelto ¡menos consumo y más vida! ¿con cuál ahorras más?

Ojo de buey halógena
Potencia (vatios): 73 (necesita un transformador)

Ojo de buey bajo consumo
Potencia (vatios): 11 (¡sin transformador!) para adaptarla a la corriente)                       75% de ahorro

Eso sí, no dan luz instantánea así es que vamos a utilizarlas en lugares dónde vayan a estar algo de tiempo encendidas.

MUY IMPORTANTE: Las bombillas de bajo consumo ¡de momento! Contienen mercurio por lo que hay que llevarlas a un punto limpio en su gestión final.

Fluorescente con reactancia electromagnética
Potencia (vatios)                                              37

Fluorescente con reactancia eléctrica
Potencia (vatios)                         15 (50% menos)

La reactancia es el aparatito que les acompaña para que puedan funcionar. Con la reactancia eléctrica ahorras el 50%, dura más y evitas el zumbido al encenderse ¿con cuál te quedas?

Ojo de buey de Leds: No tienen comparación, consigues la misma luz del ojo de buey halógena gastando un 90% menos. Llegan a tener una vida útil de entre 20.000-80.000 horas y nos ahorramos el mercurio de las de bajo consumo. Pronto además estarán en el mercado con una luz amarilla más cálida para todos los espacios de la casa. ¡Son el futuro de la iluminación!

Pues así de sencillo, eso sí ¡cuidado con el efecto rebote! No por ser eficientes podemos gastar más, no tiremos la energía. Si hacemos más con menos que sea para que todo el mundo tenga cubiertas sus necesidades, somos muchas personas en un Planeta con recursos finitos.

¡Cambia tu bombilla! ¡Conviértete en un activista por el clima! ¡Cambia tu paradigma! ¡Pídele al gobierno que lo haga! OFF.

Eva Saldaña y Pablo Chamorro, Área de Educación Ambiental

*El maletín tiene un margen de error debido al propio autoconsumo de la pantalla de (+/- 2 watios). Es una herramienta educativa cedida por Intiam Ruai