Esta tarde acudiremos al Congreso con un glaciólogo de fama internacional, Gordon Hamilton, que va a hablar de la aceleración del deshielo en el Ártico. Vamos a intentar acercar la ciencia a la clase política y a recordar al Ministerio de Medio Ambiente, que también estará representado, que estos son los argumentos que deben guiar sus planes de acción contra el cambio climático.

Es urgente actuar para salvar el clima y una de estas medidas que hay que asumir urgentemente es el paso del compromiso de reducción de emisiones de la UE para 2020 del 20% al 30%. Este es uno de los temas que se va a discutir esta mañana en la cumbre de Jefes de Estado que se celebra en Bruselas y en la que España va a presentar una de las posiciones más mediocres.

Dinamarca, Alemania, Francia y Reino Unido ya se han pronunciado abiertamente a favor, seguidos de una treintena de las mayores compañías europeas entre las que se encuentran Acciona, Allianz, Philips, Barilla, Vodafone, Nestlé o Google. Los beneficios de asumir un compromiso del 30% han sido reseñados por numerosos estudios independientes e incluso por la Comisión europea, que reconoce que este movimiento generaría ahorro en gasto sanitario y de prevención de la contaminación, crearía empleo e incentivaría la economía europea en un momento de crisis.

Siendo España uno de los países europeos más afectados por el cambio climático y la crisis y uno de los que más puede beneficiarse del impulso a las energías renovables que conllevaría un compromiso del 30%, parece un poco raro que el Gobierno español no se encuentre entre los que lideran esta iniciativa. A la pregunta de cuales son los riesgos que España teme o en qué informes se basa la posición española, siempre se obtiene la callada por respuesta o incluso la confirmación de que lo uno no se puede contar y lo otro no existe.

Hoy pediremos en el congreso que España no se duerma más en los laureles y apoye un compromiso europeo de reducción de emisiones del 30% para 2020 como medida para salvar el clima y también para proteger nuestro territorio y a sectores clave para nuestra economía.

La política climática española no viene marcada por los informes científicos, ni por las demandas de sectores que nos han colocado a la vanguardia mundial en tecnología, tampoco la guían los llamamientos de los sectores clave de nuestra economía que ya están sufriendo las consecuencias del cambio climático como la agricultura, el turismo, la pesca o la viticultura.... No. La política climática de España la marcan los intereses del sector de los combustibles fósiles al que el gobierno se entrega incondicionalmente y sin ningún pudor.

Nos rasgamos las vestiduras porque Aznar ha pasado a formar parte de lo que parece ser otra plataforma negacionista y no es para menos... pero casi es más grave que un gobierno que dice conocer la gravedad de los impactos del cambio climático en España fundamente sus políticas en los mismos intereses económicos que financian el negacionismo.

Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio climático de Greenpeace

- Campaña de Cambio climático de Greenpeace
- Noticia: Greenpeace pide en el Congreso que España apoye una reducción de emisiones del 30% para 2020 en la UE