Incineración a cielo abierto. Entre los residuos existen plásticos que liberan dioxinas peligrosas cuando son quemados. © Greenpeace/Visser

Celebramos hoy, en todo el mundo, el Día de Acción Global contra la Incineración de Residuos. Una iniciativa promovida por GAIA (*), desde hace 10 años, y con la que en esta edición se quiere destacar que “la energía generada en incineradoras y vertederos no es limpia ni renovable”. Se pretende así denunciar las ayudas públicas y subvenciones que la industria de la incineración obtiene por quemar recursos no renovables y contaminar gravemente el planeta.

Las diez incineradoras que funcionan actualmente en nuestro país queman cerca de dos millones de toneladas de residuos al año, que en su inmensa mayoría podrían ser reutilizados y/o reciclados. Estas plantas emiten al año 1,7 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera (entre otros gases y sustancias altamente tóxicas y peligrosas) y obtienen por ello primas que el año 2009 ascendieron a 37,8 millones de euros.

Aunque no todo son malas noticias, en las últimas semanas los pro-incineradores y el sector afín están recibiendo un duro revés en España. Así, el Govern de Catalunya anunciaba recientemente que no construiría nuevas incineradoras en Barcelona, pues la ciudadanía había aumentado sus porcentaje de reciclaje por encima del 40%, haciéndolas completamente inútiles. En Gipuzkoa, la Diputación anunció esta misma semana que descarta la construcción de la planta de Zubieta pues quiere apostar por impulsar la recogida Puerta a Puerta de los residuos que asegura una valorización material de las basuras de casi el 90%. En Asturias, con el cambio de Gobierno los planes para construir la incineradora de Serín han sufrido un importante parón al anunciar el Principado elaborar un nuevo plan de residuos como desde los colectivos ecologistas y ciudadanos le veníamos reclamando.

A todo ello, debemos sumar que el 20 de septiembre se presentaba la “hoja de ruta” de la Unión Europea sobre la Utilización Eficiente de los Recursos. Esta marca un cambio en la dirección de la Unión Europea (UE) en lo que se refiere a la sostenibilidad y al tratamiento de residuos. A pesar de no erradicar la quema de residuos señala explícitamente que "la incineración con recuperación de energía se debe limitar a materiales no reciclables". Esto puede significar el fin de la quema masiva de basura, pues entre el 70 y el 90% de los residuos europeos son susceptibles de ser reciclados.

Y un punto importante y crucial, es que la hoja de ruta menciona detener la financiación pública a partir del presupuesto de la UE para incineración, y dirigir dichos subsidios a niveles superiores de la jerarquía (reducir, reutilizar y reciclar). Esta es la cuestión clave y por la que los pro-incineradores y sus acólitos están metidos en el negocio, el dinero.

Seguiremos, sin embargo, con el empeño de demostrar que existen alternativas sostenibles económica, sanitaria y ambientalmente a la quema de residuos y para alcanzar el objetivo de Residuo Cero. Felicidades por estos logros a tod@s.

Julio Barea (@JulioBarea) responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace

(*) GAIA reúne a 650 organizaciones de 95 países y promueve soluciones limpias y sostenibles para la gestión de los residuos: la reducción y la separación en origen, la reutilización, el reciclaje, el compostaje y todas las opciones incluidas en las políticas y    programas conocidos bajo el concepto de Residuo Cero.