La organización ecologista cree inexplicable que el Gobierno opte por la opción más cara, cuando la construcción de cuatro almacenes temporales individualizados es mucho menor

La organización ecologista rechaza el Almacén Temporal Centralizado (ATC), comúnmente conocido como cementerio nuclear, porque el coste económico es mucho mayor al de otras opciones, como el Almacén Temporal Individualizado (ATI). Además, el riesgo derivado del transporte de residuos nucleares desaparece en el caso del ATI.

“Cuesta 20 veces más construir un cementerio nuclear que almacenes temporales en las propias centrales. El ATC solo supone un beneficio para los dueños de las nucleares, que se ahorraran con el derroche de dinero público parte de la gestión de los residuos nucleares”, ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace.

El coste estimado del Almacén Temporal Centralizado (ATC) es de unos 2.000 millones de euros, en los que se incluyen la construcción, el mantenimiento y el transporte de los residuos nucleares. Por el contrario, el coste de los Almacenes Temporales Individualizados (ATI) es mucho menor, en España sólo sería necesaria su construcción en las centrales de Garoña (Burgos), Cofrentes (Valencia), Almaraz (Badajoz) y Vandellós (Tarragona); porque en el resto de centrales nucleares ya existen. Teniendo en cuenta que el coste de cada uno de ellos es únicamente de unos 25 millones de euros, debido a que el mantenimiento es mínimo y el transporte innecesario, la diferencia de costes hace inexplicable que se escoja está opción en momentos de recortes económicos severos.

Respecto a los residuos nucleares alojados en Francia, motivo por el cual el Estado español entrega en concepto de “fianza” 60.000 euros diariamente, éstos pueden ser realojados en un Almacén Temporal Individualizado como el de Vandellós. En ese momento Francia devolverá al Estado español el 90% del dinero aportado.

Con fecha 1 de febrero de 2010, el Pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha aprobó una Resolución por la que consideran “que no debe instalarse ningún almacén temporal nuclear en Castilla-La Mancha, en ninguna de sus provincias, en ninguno de sus municipios.”  Más recientemente, las Cortes de Castilla-La Mancha, en sesión celebrada el 24 de junio de 2010, reiteraron su oposición, conforme a su Resolución del 1 de febrero de 2010.

Además, Greenpeace ha señalado que el Gobierno está tomando una decisión sin conocer el proyecto técnico ni el plan de seguridad, ya que estos no existen, como ha quedado demostrado en el proceso judicial que mantiene la organización ecologista contra el ATC en la Audiencia Nacional.

“Empezar por determinar la ubicación del cementerio nuclear sin una plan de cierre nuclear, y sin una política energética definida es empezar la casa por el tejado”, ha concluido Montón.

Greenpeace  pide al nuevo Gobierno que establezca un calendario de cierre progresivo de las centrales nucleares españolas, comenzando por las más antiguas e inseguras, tal y como ya están haciendo en Alemania, Suiza, Bélgica, Italia, etc. Asimismo demanda que revise la seguridad con rigor, mientras estén en funcionamiento, tal y como ha ordenado Francia con sus nucleares.

Por Raquel Montón (@raquelmonton), responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace España.