Donosti nos recibe con los brazos abiertos. Gente de toda la geografía nos juntamos para aprender y compartir sobre Consumo. Pero sobre Consumo responsable. Consumo Consciente. Consumo Sostenible.

¿Hay otra forma de vivir el día a día? Sí, la hay. ¿La descubriremos? En estos tres días ya se han caído algunos mitos. Nos hemos replanteado dogmas que teníamos grabados a fuego en nuestra mente. Pero, de momento, no encontramos respuesta a todas nuestras preguntas. ¿Será que no hay una sola respuesta o que cada uno tenemos la nuestra?

Ayer la Gynkana nos llevó a recorrer Donosti bajo el agradable sol de la costa del Cantábrico. Una delicia para los que venimos de los rigores del verano del sur. Calculamos mientras jugábamos que sólo cambiando por LEDs los semáforos de un sólo cruce de calles de esta ciudad se conseguiría mucho, muchísimo para el planeta Tierra. ¿Por qué no se hace? Aprendimos que todo está relacionado. En la ciudad podemos trabajar para proteger los bosques primarios del planeta. Esos que están tan lejos de nuestro día a día que parece que no podemos influir en ellos. Pues nos equivocamos. Indonesia o el Congo están muy cerquita, sólo hay que abrir la puerta de una librería.

El peor trago fue meterse en el papel de los que apenas tienen recursos para vivir mientras otros no saben qué hacer con tanta comida. Hay recursos para todos en el planeta, pero se tienen que repartir mejor. Una solución fácil pero que parece dificilísima.

El Consumo es el motor de la economía mundial. Y también es el responsable, si no se hace de manera correcta, de muchos de los problemas medioambientales y sociales. De aquí saldremos el viernes con muchas ganas de contarle a la gente cómo se puede mejorar estos. Parece complicado, pero poco a poco se puede conseguir.

Aún nos quedan dos días en Donosti. ¡Bien!

Pelayo José González Llanes, voluntario del grupo local de Granada y participante del curso.

- Sección de Educación Ambiental de la web de Greenpeace