Activistas de Greenpeace han cerrado esta mañana 46 gasolineras de BP del centro de Londres, deteniendo el flujo de carburante al activar los interruptores de seguridad y retirarlos de forma segura después para impedir el funcionamiento de las estaciones de servicio. Las pancartas rezaban: “Cerrado por avanzar hacia un futuro sin petróleo" (“Closed. Moving beyond petroleum”).

Lo hemos hecho para presionar al recién elegido consejero delegado de BP, Bob Dudley, para que cambie la actitud de su predecesor, Tony Hayward quien estaba obsesionado con las fuentes de petróleo de alto riesgo y contaminantes para el medio ambiente.

En los años de dirección en BP de Tony Hayward la compañía retrocedió, exprimiendo las últimas gotas de petróleo en lugares como el golfo de México, las arenas de alquitrán de Canadá e incluso el frágil ecosistema del Ártico.

Con esta acción Greenpeace pide a Bob Dudley que lleve a BP a ir más allá del negocio petrolero y que deje de invertir en explorar y explotar fuentes costosas y de alto riesgo de petróleo como las perforaciones en aguas profundas y las arenas bituminosas para ir hacia una revolución energética basada en las energías limpias. Esto además brindaría una oportunidad a la compañía para recortar sus costes y evitar ingentes pérdidas. De hecho, la compañía acaba de publicar unos gastos de al menos 24.770 millones de euros en costes para afrontar la limpieza del vertido en el golfo de México que se hubiera podido ahorrar si hubiera hecho caso a Greenpeace hace años cuando le pedía que se pasara a las renovables.

Greenpeace, además, hace un llamamiento a los poderes públicos para que:

- Prohíban la perforación en aguas profundas y la exploración de cualquier otra vía no convencional de obtención de petróleo (¡Firma tú también!)

- Dejen de subvencionar a los combustibles fósiles.

- Reinviertan los fondos anteriores en la promoción de las energías renovables.

- Establezcan políticas públicas que estimulen una revolución energética basada en energías limpias

Hay que invertir globalmente en el desarrollo del gran potencial que tienen las energías renovables, así como las medidas de ahorro y eficiencia energética. Según el su informe [R]evolución Energética, es posible eliminar gradualmente los combustibles fósiles a escala global. Ya para el año 2050 se podría llegar a reducir nuestra demanda de combustibles fósiles y nucleares hasta un 86%!

Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Transporte de Greenpeace