Hoy estamos a bordo del Esperanza navegando el mar de Alborán, entre el estrecho de Gibraltar y el cabo de Gata en Almería. En este mar ocurre algo curioso: la entrada de agua desde el Atlántico choca con el agua más cálida del Mediterráneo y da lugar a una serie de corrientes que atraen gran cantidad de vida marina a la superficie.

Especies como el delfín, el calderón, el cachalote y el rorcual encuentran aquí su lugar ideal para vivir. Todas ellas tienen en común que se encuentran en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial del Ministerio de Agricultura Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, es decir, están altamente amenazadas. Y por eso debemos protegerlas.

Aquí os contamos algunas cosas que seguramente no conocías sobre ellos:

  • El rorcual común es la segunda ballena más grande del mundo después de la ballena azul, llega a medir más de 20 metros y en esta época del año en el mar de Alborán les vemos nadando a gran velocidad en su viaje hacia el océano Atlántico.

  • Los zifios de cuvier son los mejores buceadores de entre los cetáceos. Se sabe que alcanzan profundidades de hasta 2.992 metros y pueden estar bajo agua, aguantando la respiración, hasta 137 minutos. Son esquivos de ver, pasan la mayor parte de su tiempo sumergidos y no asoman demasiado cuando están en superficie.

  • Los calderones negros también son grandes buceadores. Se alimentan de calamares y otros cefalópodos que normalmente viven a grandes profundidades. Los calamares suben por la noche hacia la superficie en un proceso que llamamos migración vertical y los calderones aprovechan ese momento para cazar y alimentarse. Eso hace que durante el día, a menudo les veamos descansando en la superficie del mar, y por eso en muchas zonas de Andalucía los pescadores les llaman ‘durmientes’.

  • Todos los cetáceos duermen de un modo peculiar: su respiración es voluntaria, tienen que abrir y cerrar el espiráculo (el agujero que tienen sobre su cabeza) cada vez que quieren tomar o soltar aire, y por lo tanto si caen en un sueño profundo dejarían de respirar. Por eso duermen un hemisferio cerebral y luego el otro, así siempre tienen un mínimo de actividad que les permite respirar y nadar las 24 horas del día durante toda su vida. Cuando descansan, simplemente nadan más despacio.

  • Los cachalotes también duermen un hemisferio cerebral y luego el otro, pero no siguen nadando, el grupo entero se coloca en posición vertical a unos pocos metros de profundidad con la cabeza hacia arriba, y así descansan. Cuando necesitan respirar suben hasta la superficie, abren el espiráculo, respiran, y tras cerrarlo vuelven a bajar.

  • Los cachalotes son animales grandes: los machos adultos pueden alcanzar los 18 metros de longitud y las hembras entre 11 y 12 metros. Un cachalote recién nacido mide unos 4 metros. Pero no es una ballena.

  • Los biólogos separamos a los cetáceos en dos grupos dependiendo de si tienen dientes o barbas en la boca. A su vez distinguimos dos tipos de cetáceos con barbas: las ballenas verdaderas, como la ballena vasca, o los rorcuales como el rorcual común que vemos en el mar de Alborán. Los cachalotes tienen dientes (aunque solo en la mandíbula inferior) y son por lo tanto odontocetos muy grandes, pero no ballenas.

  • Los delfines mulares, comunes y listados también tienen dientes en sus mandíbulas superiores e inferiores que utilizan para capturar sus presas. Pero para encontrarlas utilizan un sistema de localización por sonidos. Tienen en la parte delantera de su cabeza un órgano que llamamos melón y que les sirve para enviar pulsos de sonidos que rebotan en sus presas y vuelven a ellos. Con esa información se hacen una imagen mental de lo que tienen delante, y pueden localizar a sus presas sin problemas.

Esta semana la ONU se reúne en Nueva York para decidir sobre el futuro de los océanos, hogar de estas especies. El mar de Alborán podría protegerse a través del Tratado de los Océanos que protegerá dos tercios de nuestros mares y creará santuarios marinos en las aguas internacionales como parte de las del mar de Alborán. Queremos #OceanSanctuaries.


Dra. Susana García-Tiscar

Experta en mamíferos marinos