Qué: El martes, mas de 70 activistas entran en centrales nucleares en Suecia, sin muchos problemas caminan o pasean en bicicleta dentro de las instalaciones.

Para qué: Para probar que las “pruebas de resistencia” que se han realizado a las nucleares en Europa tiene deficiencias de seguridad.

Dónde: En la centrales nuclear de Forsmark, en la costa este de Suecia, 50 activistas se subieron por unas escaleras a la valla de tela metálica, escalado sobre la denominada "barrera" que protege los reactores.  Y en la central nuclear de Ringhals, en la costa oeste, a 20 activistas en bicicleta recorrieron las instalaciones. En el vídeo se puede ver todo lo explicado hasta ahora.

Qué pasó: Pues que tras 40 minutos la policía llegó a Ringhals y en solo 15 llegó a Forsmark. Tras mas de cuatro horas los activistas fueron detenidos, y el “lío”  comenzaba. Las autoridades pedían explicaciones a los operadores, los medios de comunicación se hacían eco de la noticia, etc.. pero...el miércoles por la mañana,  aparecían cuatro  activistas que permanecían dentro de las instalaciones y contestaban preguntas de los medios de comunicación e informaban a través de twitter.  EL “lio” aumentaba, y las autoridades convocaban a la compañía eléctrica, al regulador, y a todo el mundo,  y los medios de comunicación retransmitían en directo, ..pero por la noche van y aparecen otros 2 activistas. Estos últimos, y tras 40 horas dentro de la nuclear, decidieron ir ellos mismos a buscar a la policía, ya estaba mas que demostrado que las nucleares no han pasado las pruebas de resistencia, y ese es el único objetivo de Greenpeace, la mayor seguridad de las personas y el medio ambiente.

Pero Suecia no es el único país de Europa donde tienen problemas con las nucleares. El 4 de octubre, un informe de la Comisión Europea mostró que las pruebas de resistencia sobre los 134 reactores en 68 emplazamientos en toda Europa había revelado graves deficiencias. Estas pruebas se originaron tras  la catástrofe nuclear de Fukushima en marzo de 2011, y los resultados son preocupantes.

Casi todas las plantas necesitan mejoras. Los equipos sísmicos son inadecuados, las nucleares no pueden resistir las inundaciones, los planes de emergencia no son suficientes, etc. la lista es interminable.  El coste estimado por la UE  para las “reparaciones” es de unos 30 a 200  millones de euros por planta según los casos, lo que hace un montante final de entre 10 y 25 mil millones de euros.

Greenpeace ha confirmado una vez más que la industria nuclear y los gobiernos no se  toman en serio las medidas de seguridad. Greenpeace ha señalado a menudo deficiencias en los reactores nucleares. Nuestro informe sobre el desastre en Japón, lecciones de Fukushima muestra que la verdadera causa del desastre fue insuficiencia de las medidas de seguridad y controles reglamentarios, no el terremoto, ni el tsunami consecuente.

Greenpeace Suecia ha pedido al gobierno que deje de arriesgar a sus ciudadanos y cierre las nucleares, y tal vez el gobierno está escuchando, su  ministro de Medio Ambiente dijo que está "muy irritado" por la violación de la seguridad y quiere ver mañana a los propietarios de las compañías.

En España estamos en las antípodas, recordemos las palabras del Ministro de Industria cuando Iberdrola y Endesa renunciaron a la ampliación de Garoña,  Soria afirmaba “Nuclenor no puede pretender que seamos más pronucleares que ella misma”.

Raquel Montón (@raquelmonton) responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace
@Isadora_Wronski Climate and Energy campaigner, Stockholm, Greenpeace Nordic.
Dentro de la central nuclear