Hoy conmemoramos el 25 aniversario de la muerte de Chico Mendes, uno de los grandes luchadores de la Amazonia, el bosque primario más grande de la Tierra. Por ello queremos rendirle homenaje desde muchas partes del mundo.
Francisco Alves Mendes Filho tenía todos los ingredientes para convertirse en otro relegado más, entre otras muchas personas, que habitaban la Amazonia brasileña (se estima que 20 millones). Un olvidado por los sucesivos gobiernos y acorralado por el régimen militar, que en los años 70 sólo pensaba en nuevas áreas de "desarrollo" para la región. Sin embargo un grupo de personas se dio cuenta de que era necesario actuar contra las causas de los conflictos sobre las tierras y los recursos naturales. Crearon un vínculo entre miles de comunidades de la región para hacer un frente de resistencia contra la carrera colonialista.
Y Chico tuvo un papel protagonista, se convirtió en el icono de lo que sería la lucha más emblemática para la preservación de la mayor selva tropical y de sus pueblos originarios.
Nacido en uno de los estados brasileños con menos oportunidades, la familia emigró a la selva para vivir de las plantaciones de caucho donde trabajó desde niño. Fue analfabeto hasta los 19, y después aprendió a leer y escribir, para después tener un discurso propio que escucharon la mayor parte de matones y terratenientes.
Empezó a ocupar puestos clave en los sindicatos locales y coordinó a los diversos movimientos sociales que se establecieron, llamando la atención de las autoridades y molestando a los interés políticos y económicos.
Junto con Wilson Pinheiro y otros aliado/as emprendieron muchas acciones para la protección de la selva como familias enteras delante de las excavadoras y las motosierras. El objetivo: parar un modelo de “desarrollo” basado en la destrucción de los bosques.
Wilson fue tiroteado en 1980 y ocho años más tarde, moría asesinado Chico Mendes. Tenía 44 años y tras numerosas declaraciones públicas fue callado con un disparo en una emboscada que la prensa, el gobierno y las autoridades silenciaron.
¿25 años después?
Uno de los grandes legados de Chico fue demandar la creación de “reservas extractivas”, zonas donde las comunidades extraen los recursos naturales garantizando la conservación del bosque, creando así una armonía y equilibrio con el ecosistema.
Pero este legado está amenazado. Como ya alertamos hace unas semanas en este post, la deforestación en Amazonia ha aumentado en un 28%. Esto explica el aumento de los conflictos asociados a la tierra (amenazas a los líderes, asesinatos, invasión de tierras y reservas de comunidades locales e indígenas, etc..).
Tras años de mejora en las cifras de deforestación y con acuerdos con el sector de la soja, la situación empeora sobre todo a partir del nuevo Código Forestal aprobado el año pasado y que debilita el bosque que tanto protegió Chico Mendes.
“No quiero flores, porque sé que van a arrancarlas de la selva. Lo único que quiero es que mi muerte ayude a detener la impunidad de los asesinos que están bajo la protección de la policía de Acre y que, desde 1975, han matado a más de 50 personas en la zona rural. Como yo, los líderes caucheros han trabajado para salvar la selva amazónica y para demostrar que es posible el progreso sin destrucción”.
Estas son las últimas palabras de Mendes en su último discurso público, todo un presagio. En un día como hoy, recordemos a las personas que siguen luchando por proteger los bosques y en especial a Chico Mendes por su labor y compromiso.
Germano Assad y Mónica Parrilla, campaña de Bosques de Greenpeace
Imágen cedida por Akifrases.com